¿Cuántas veces has abandonado tus sueños sin ni siquiera intentarlos una vez?

Más ocasiones de las deseadas para alcanzar nuestros sueños nos fijamos en las personas con talento, y pensamos que no podremos llegar a alcanzar su nivel. Lo intentamos una vez o ni siquiera lo intentamos y abandonamos.

No somos conscientes en ese momento de que esas personas poseen ese talento gracias a su perseverancia, capacidad de trabajo, sacrificio y hasta sufrimiento. El talento se construye a base de trabajo, y nosotros tendremos que pasar por ese mismo proceso, el talento ni se compra, ni lo encontramos a la vuelta de la esquina.

En muchas ocasiones, lo que ocurre es que nos gustaría tener talentos y habilidades pero no queremos pagar el precio, el esfuerzo y el tiempo necesario para adquirirlos.

Por suerte existen métodos que nos pueden ayudar a alcanzar nuestros sueños y que son útiles para saber si vamos por el buen camino. Veamos un método sencillo que está compuesto por tres pasos:

Decisión.

Cuestionamiento.

Replanteamiento.

Decisión

El primer paso para poder alcanzar un sueño o un objetivo es decidirnos a emplearnos a fondo para alcanzarlo. Tenemos que grabar a fuego nuestro compromiso con el objetivo que nos planteemos.

La respuesta a responderte es: ¿Estás dispuesto?

Cuando la respuesta es un Sí rotundo, adelante. Si no tenemos claro el Sí, mejor olvídate.

Crea un plan para alcanzar tu sueño u objetivo final. Es muy importante también que crees pequeñas metas intermedias que posteriormente utilizaremos en nuestro segundo paso.

Cuestionamiento

Este paso lo repetiremos cada vez que lleguemos a cada una de las pequeñas metas que nos habremos definido anteriormente. Indicar que hemos de ser específicos en estas metas, sobre todo marcando fechas y alcance en cada una ellas.

Este paso consiste en realizarnos tres preguntas:

• ¿Hemos cumplido la meta? Hemos conseguido alcanzarla, estamos en camino y necesitamos replanificar, o por el contrario estoy procastinando. Hemos de ser muy sinceros con nuestras respuestas.
• ¿Estoy disfrutando del proceso? Si estamos disfrutando todo a va bien, pero en caso contrario se disparan las alertas.
• ¿Merece la pena el esfuerzo? Si los resultados conseguidos tienen valor vamos por buen camino.

Replanteamiento

Si en alguna de las preguntas del cuestionamiento, las respuestas comienzan a ser negativas tendremos que replantearnos nuestro objetivo, o dejarlo ir, ya que nuestras prioridades probablemente han cambiado, y recuerda que «El fracaso no existe, solo es un cambio de camino.»

Muchas gracias.