Creo que todos estaremos de acuerdo en que cuanto mejores seamos escuchando, mucho mejor será nuestra comprensión y nuestra productividad. Así pues, seguir o intentar practicar las siguientes ideas pueden ayudarnos a mejorar esta habilidad.

Escucha productivamente

 

“Escuchar es más importante que hablar. Si esto no fuera cierto, Dios no nos hubiera dado dos oídos y una boca. Demasiadas personas piensan con su boca en vez de escuchar para absorber nuevas ideas y posibilidades. Discuten, en lugar de preguntar.”

Robert Kiyosaki

Motivate

Intentemos mantener la concentración y no perder el objetivo por el cual hemos iniciado la escucha. Pregúntate, ¿Por qué estoy escuchando?, ¿Qué voy a conseguir? 

Si tenemos unos objetivos claros nos será mucho más fácil mantener la concentración.

Escuchar con atención

Trata de recordar datos esto nos dará confianza y nos permitirá poder utilizar la información posteriormente. Además, si tenemos el objetivo en mente de usar posteriormente la mayor parte de los datos esto nos ayudará a mantener la atención.

Aclarar las presuposiciones

Si tenemos duda sobre lo que estamos escuchando o su significado y la ocasión lo permite entonces tenemos que preguntar. Si no es posible, recuerda la duda o anótala y después búscala en internet o pregunta a un compañero.

Tener paciencia

No te apresures  a completar las frase o a responder inmediatamente cuando se de un hueco. Cuenta mentalmente hasta tres para dar la oportunidad a la persona que está hablando de terminar de decir todo.

Bajo ningún concepto interrumpas lo que alguien esta diciendo, es de mala educación. Espera tu oportunidad de replica pero no pierdas la concentración pensando en la que vas a replicar posteriormente.

Escuchar para aprender

Utiliza la escuchar como una forma más de aprendizaje y trata de buscar datos útiles en tus conversaciones. Esto te permitirá mantener un muy buen nivel de concentración. Además, causaremos muy buena impresión a nuestros interlocutores.

Adaptar el ritmo

No todo el mundo tiene el mismo ritmo para hablar, si nuestros interlocutores son lentos tenemos que tratar de adaptarnos a su ritmo. No dejes que la impaciencia tome control y sobretodo no permitas que tu dialogo interno tome el control ya que en ese mismo momento perderemos la concentración.

Dejar de hablar

Recuerda nuestro objetivo es escuchar y aprender de quien habla. Siempre existe algo que podemos aprender si escuchamos con el suficiente interés. No intentemos ser los protagonistas  deja que tu interlocutor sea quien domine la conversación.

Categoría:
Herramientas, Liderazgo, Marca Personal, Reflexiones
Etiquetas:
, , ,

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: