Tras pasar por una curiosa experiencia, el sesgo cognitivo que quiero comentar es un fenómeno psicológico que se denomina “El efecto Dunning-Kruger”.
La experiencia…
El pasado jueves 14 de enero de 2016 fui a la conferencia “La Digitalización, clave para el desarrollo de la sociedad” con un ponente de lujo, por lo menos a primera vista, el Presidente Ejecutivo de Telefónica.
Tras la conferencia, he de reconocer que quede un poco confundido. Lo que prometía ser una conferencia muy interesante, paso a ser un cumulo de ideas con gran potencial que, por desgracia, fueron trituradas por una mala exposición y una más que aparente ignorancia sobre el tema tratado.
Las respuestas a las preguntas formuladas por el público fueron todavía peor. Llegando a mostrar, en un momento determinado, su móvil de primera generación. Por cierto, móvil bastante alejado de lo que en teoría nos estaba tratando de vender, “la digitalización”.
Para que podáis juzgar por vosotros mismos, os dejo un vídeo de otra de sus intervenciones. Aunque no estoy de acuerdo con algunos de los comentarios que han añadido en el vídeo, creo que os quedara clara mi frustración tras la conferencia.
“El efecto Dunning-Kruger”
Este fenómeno psicológico nos dice que las personas con escasos conocimientos en un tema tienden normalmente a creer que saben mucho más de lo que saben y a considerarse más inteligentes que otras personas más preparadas. El efecto es muy curioso ya que la mayoría de la gente se valora así misma muy por encima de la media.
Los psicólogos Justin Krugger y David Dunning quienes dieron nombre a este efecto, diseñaron un experimento para medir las habilidades intelectuales y sociales, y en el que para finalizar solicitaban a cada uno de los participantes su valoración personal de la prueba. El resultado fue de lo más asombroso:
- Los que más sabían: Estimaron que estaban por debajo de la media.
- Los que estaban en la media: Estimaron que estaban por encima de la media.
- Los que no sabían casi nada: Estimaron que estaban muy por encima de la media. Más aún, cuanto menos sabían más convencidos estaban de su gran sabiduría.
Así pues, tenemos que estar muy atentos para no caer en el ridículo de la ignorancia.
¿Cómo podemos evitar este sesgo?
Creo que está claro que las claves están en la humildad y en la necesidad de seguir aprendiendo constantemente.
Humildad
Tenemos que ser conscientes de nuestras limitaciones y no caer en la trampa de la prepotencia, ya sea por el puesto que ocupamos o por la autoridad que nos otorguen las circunstancias. Ser humilde es el primer paso hacia el crecimiento.
Aprendizaje continuo
Nunca tenemos que dejar de aprender, necesitamos mantener nuestra curiosidad siempre activa. Además, en la actualidad no tenemos excusa, internet nos da la posibilidad prácticamente ilimitada de seguir aprendiendo durante toda nuestra vida. ¿Conoces los MOOCs?
[…] el 2016 ya escribí un post al respecto de este sesgo, y te comentaba entonces que la forma de evitarlo es con dos […]
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