Las dos claves básicas para generar un ambiente propicio para que las personas sean realistas son la confianza y la información.

Un realista es un optimista bien informado
Confianza
Según mi opinión, una de las claves para determinar cuándo una persona está en modo optimista o pesimista es la relación que mantiene con sus circunstancias actuales. Es decir, creo que el optimismo es un estado y no una forma de ser.
Más aún, creo que se puede aprender a ser optimista y que muy probablemente está relacionado con el grado de confianza que nos ofrezcan las circunstancias concretas.
Es muy fácil identificar a los extremos y es sencillo encontrar una caricatura de los mismos, a nadie se le escapa que Bob Esponja es 100% optimista o que Igor es 100% pesimista. Sin embargo, las personas reales somos una combinación de optimismo y pesimismo en distintas proporciones, dependiendo del ámbito en el que nos movemos.
Seguro que todos podemos identificar casos de gente que en un ambiente familiar es genial y despliega optimismo, y que por desgracia cuando se encuentra en un ambiente diferente cambia a un modo pesimista. Y no es la persona la que ha cambiado, son las circunstancias y la confianza que esa persona tiene en el ámbito concreto.
Cuando las personas pasan por malos momentos y sus circunstancias les llevan a vivir situaciones difíciles es factible que una bruma de pesimismo impregne sus decisiones. ¿Serán peores decisiones? Muy probable, en eso no puedo estar más de acuerdo.
En cualquier caso, me gusta pensar que la confianza que la persona siente en el ámbito en concreto es la clave de la transformación y la forma directa de subir su nivel de optimismo.
Información
Existe una cita que me encanta y que habla sobre la importancia de tener objetivos, de tener una visión. Es la siguiente:
«No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige»
La cita anterior era de un filosofo que siempre ha sido tachado de pesimista, Arthur Schopenhauer, y sin embargo expresa perfectamente algo que en el ámbito empresarial es fundamental, la necesidad de tener un rumbo. La necesidad de saber, para lo cual es necesario que la información este disponible.
Vivimos en la era de la información, de la inteligencia artificial y ahí esta la otra clave, la información. Una persona realista es un optimista bien informado.
Así pues, al margen de estudios de universidades famosas y sus estadísticas, me quedo con la idea de la necesidad de transmitir la información, de la transparencia informativa, y de que fluya la colaboración en todos los sentidos.
En conclusión
Creo que a nadie le gustaría estar todo el día rodeado de Igors, pero tampoco tenemos que llegar al extremo de estar rodeados de Bob Esponjas. Creo que lo que queremos es rodearnos de personar realistas y para ello, en mi opinión, las claves son la confianza y la información.
Muchas gracias
Hola, también muchas gracias a usted.
Yo cuando tenía unos 13años quise experimentar de ser pesimista profesional y viento miembros de mi familia que les iba bien a queja suelta me animé. Y bueno me ha perseguido el dichoso hasta ahora, y tengo 53años. Fue mi espíritu de reformador al impulso de nuestro mundo a mejor, de aquellos que se alimentan de nuestro dolor, es decir, ellos tienden a cambiar sufrimiento ajeno por alegría propia. Pero en vano, aquí me quedo casi sólo y sin aprendices.
Autoconocimiento: Capacidad de conocerse uno mismo, saber sus puntos fuertes y débiles que todos tenemos. Uno de mis mayores debilidades es, pero ya no tanto, el gozo de leer. ¡Saber leer que bueno es!
Al optimismo estoy en ello, ante abandonar tal sendero que he pisado de vuelta a vuelta donde uno se acostumbra estar. Abandonar el simpático rencor que, de gente que me han hecho un mal, debe sufrir el olvido, y al mismo destino mis quejas, que de ellas siempre salía una pizca de venganza, pero no, ya vale, no quiero más, ahora toca ser un optimista, pero sin reírme todo el rato.
Un saludo
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