Me alucina ver como las personas aceptan la mediocridad como algo cotidiano y normal.
Steve Jobs es una de las personas a las que más he admirado, y una de las principales razones es que siempre fue claro en su compromiso con la excelencia. Siempre estuvo en contra de la mediocridad.
¿Está la excelencia de moda?
En el siglo XIX el psicólogo social y físico Gustave Le Bon, gran estudioso de la dinámica social y del comportamiento de las masas aseguró que la edad moderna representaba el triunfo de la mediocridad colectiva. ¿Qué pensaría del siglo XXI?
La generación Y (Millennials) nacidos entre 1980 y 2000, ya están en su edad adulta o camino de ella, pero al margen de su evidente retraso en la consecución de su independencia personal, son adictos a lo inmediato, a la comida rápida, a la información al instante, a la superficialidad, y en definitiva a la mediocridad.
Así pues, la excelencia por desgracia no pasa por sus mejores momentos. Paradójicamente creo que vivimos en la época en la que más claro tenemos que lo único que permanece constante es el cambio, y el cambio se supera con innovación, con creatividad y con una constante preparación. Es decir, aprendizaje continuo y educación.
¿Alguien cree que nuestra sociedad en su conjunto está preparada?
En el último barómetro del CIS (España, Junio 2015), la educación es considerado el séptimo de los problemas según el 10,2% de los encuestados. Pero a caso la corrupción, la violencia de genero, el paro y muchos otros problemas no vienen derivados de una deficiente educación.
Algunos datos interesantes de las encuestas del CIS:
- Número de libros leídos por persona en los 12 últimos meses.
- El 34% de las personas ningún libro.
- El 72 % de las personas menos de 4 libros.
- El 47,7% de las personas han visitado alguna red social en los últimos 6 meses.
- El 20,3% de las personas visitan frecuentemente las redes sociales.
- El 42% de los niños comienzan a usar las redes sociales entre los 6 y 11 años .
- El 70% de las personas emplea su tiempo libre en ver la TV.
En mi opinión, una situación verdaderamente terrible. Sin embargo, no todo está perdido.
Ser mediocre es una decisión personal y por lo tanto, como tal, está en nuestras manos cambiar la mediocridad por excelencia. Unicamente necesitamos interesarnos por descubrir nuestros talentos e invertir bien nuestro tiempo.
¿Por qué tanta gente acepta la mediocridad?
Las generaciones X e Y hemos crecido en una época en la que todo fue más fácil, en la que nuestros padres trataron por todos los medios de evitar que sus hijos sufrieran las penurias que a ellos los hicieron fuertes. Sus buenas intenciones nos metieron en burbujas que nos aislaron del entorno, y como consecuencia nos impidieron estar preparados para salir fuera con la misma fortaleza que ellos tenían. A su vez, nosotros hicimos lo mismo con nuestros hijos y volvimos a equivocarnos.
En tan solo dos generaciones, hemos conseguido reducir la motivación de nuestros hijos a límites nunca antes conocidos. Todo lo que querían lo tenían a su alcance y ahora nada es bastante para satisfacer sus deseos. Como consecuencia de la falta de motivación surge la mediocridad y su aceptación.
La gente piensa que ser mediocre no es tan malo. La lógica nos dice que el medio tiene que estar entre lo bueno y lo malo, y que por lo tanto estamos en el aprobado. Sin embargo, en mi opinión nos estamos equivocando, ya que nos situamos en el nivel medio no por nuestro nivel de competencia sino por comodidad. Es decir, es un problema de actitud, no de aptitud.
Todos conocemos al típico que responde ante un nuevo trabajo o tarea con los típicos:
¡No lo veo claro!, ¡No me pagan por pensar!
“No vemos las cosas como son, vemos las cosas como somos.”
El problema de la mediocridad no es algo del ambiente, está dentro de nosotros.
Es un problema de ACTITUD.
Así pues, no es un problema de conocimiento. Es de actitud y por lo tanto, necesitamos romper la rutina y recuperar el entusiasmo en todo lo que hacemos en nuestra vida.
Estoy cansado de escuchar cómo la gente pasa 5 días a la semana esperando a que llegue el fin de semana, para terminar haciendo lo mismo de siempre.
Estoy cansado de escuchar cómo la gente espera a ser feliz cuando les toque la lotería, mientras dejan escapar sus vidas entre los dedos.
Estoy cansado de que la gente se conforme con trabajos a medias o mal terminados y que no les importe.
¿Qué ganamos si nos comprometemos en ser excelentes?
Felicidad, Tranquilidad, paz interior, sensación de realización, compromiso con las personas, mejorar la confianza de las relaciones, y mucho más.
Para mi el camino de la excelencia significa:
- Conseguir apasionar a mi equipo, a mis hijos, a mi familia.
- Conseguir sacar lo mejor de los compañeros, de los amigos, de la familia.
No quiero volver a casa ni un día más sin saber cuales han sido los objetivos conseguidos.
Quiero formar parte de la gente que se entrega a la excelencia, que se esfuerza y que aunque este lejos de su objetivo tiene claro el camino y donde poner el esfuerzo. Quiero contribuir al crecimiento de mi familia, de mi comunidad y de mi empresa.
Es urgente que seamos muchos los que nos unamos en esta cruzada por la excelencia, nuestras empresas lo necesitan, ya que la mediocridad ahoga toda posibilidad de crecimiento.
¿Cómo podemos conseguir ser excelentes?
Saber que es lo que nos gusta, saber que es lo que nos apasiona es fundamental. Un punto importante, ¡tienes que ser diferente! Pero tranquilo, todos somos diferentes y cada cual tenemos algo que aportar, asegurémonos por tanto que sea lo mejor de nosotros mismos.
El viaje es sencillo de conocer, aunque difícil de practicar. Muchos simplemente no lo siguen ya que piensan que es una tontería y ¡pasan!
El viaje son tres sencillos pasos:
- Autoconocimiento: Conocernos a nosotros mismos. Dedicamos horas y horas a realizar informes, estudios y nos parece de lo más normal. Sin embargo, ¿cuánto tiempo dedicamos a analizarnos a nosotros mismos?
- Esfuerzo sostenido: No hay excelencia sin exigencia. Una vez marcados nuestros objetivos, tenemos que ser firmes, incluso obsesivos y poner todo nuestro esfuerzo en alcanzarlos.
- Proceso de Mejora continua: Ese esfuerzo tiene que ser invertido de forma inteligente. Tenemos que cuestionar en todo momento si estamos en el camino correcto y corregir la dirección cuando sea necesario. Como decía al principio, el cambio es constante y por lo tanto muchas veces los objetivos se tienen que reajustar. En cualquier caso, siempre tendremos que mantener una mentalidad de mejora continua y de crecimiento.
¡Inicia tu viaje ya!
No esperes más, abandona la mediocridad e inicia el viaje de la excelencia. No dejes que las circunstancias te arrastren y toma las riendas de tu destino.
¿Sabes cuales son tus sueños?
¿Te atreves a soñar?
En los próximos 15 minutos …
… sigue los siguientes pasos:
- Apaga la TV, aleja tu móvil y silencia todas sus notificaciones.
- Piensa en alguna de esas cosas que has estado dejando para otro momento.
- Márcate una meta al respecto, y realiza una pequeña acción que inicie el camino para alcanzarla.
Una vez realizada esa primera acción, ¿Cómo te sientes?