Si cada uno de nosotros tuviera que clasificarse como especialista o generalista, la mayoría nos quedaríamos en algún punto intermedio de ambos mundos.

Sólo sé que no sé nada. Sócrates
Creo que el paso de los años nos lleva a entender esta cita con toda la crudeza que refleja. Cuando somos jóvenes pensamos que lo sabemos todo o que somos capaces de saberlo, pero es el tiempo el que nos pone en nuestro lugar y poco a poco comprendemos que tenemos que focalizar de alguna forma nuestros esfuerzos.
Especializarse demasiado en un tema, nos puede hacer avanzar muy rápido en esa dirección, pero para llegar a ese punto habremos de dejar de desarrollar otros múltiples talentos que tenemos dentro.
La ultraespecialización puede hacernos destacar y sobresalir por encima de la media y de esta forma parecer seres excepcionales. Sin embargo, dado que el mundo está cambiando a una gran velocidad, especializarse en extremo puede ser peligroso, ya que podemos acabar eligiendo una especialización que finalmente sea desechada, quedando fuera del mercado.
Además, especializarse demasiado implica renunciar a los beneficios de ser un generalista. Un generalista intenta desarrollar por igual la multitud de talentos e inquietudes que posee, y por lo tanto llega a desarrollarse como una persona mucho más completa. Sin embargo, será mucho más difícil que pueda destacar, salvo que se vea a la persona como un todo y eso por lo general es complejo.
Así pues, y dado que el tiempo pasa demasiado rápido, tenemos que enfrentarnos al dilema de elegir entre las siguientes opciones:
- Especializarnos en algo muy específico. Menos, pero de forma excepcional.
- Intentar desarrollar todos nuestros talentos por igual. Cuanto más mejor, pero de una forma superficial.
- Punto de equilibrio.
¿Qué es el punto de equilibrio?
Se trata de un nombre que acabo de inventarme para definir el marco que considero ideal, aunque evidentemente cada uno tiene que trabajarse el suyo y lo esencial será por tanto el compromiso que consigamos alcanzar con nosotros mismos para respetarlo:
- (HS) Desarrollar por encima de todo las habilidades sociales. Es la parte de la inteligencia emocional, autonomía, autoliderazgo, coherencia, integridad, capacidad de atención y de escucha, proactividad, pasión, lógica divergente, aprendizaje continuo, gestión del tiempo, saber transmitir las ideas, y muchas más.
- (E) Mantener una alta capacidad de esfuerzo y sacrificio.
- (P) Centrarnos entre 1 y n temas profesionales, intentando focalizar nuestros esfuerzos intelectuales.
- (A) ACTITUD positiva y siempre orientada al crecimiento.
Y si tuviera que expresarlo en una fórmula sería la siguiente:
Éxito = (HS + E + (P/n)) * A
Dos notas importantes de esta fórmula:
- (P/n) : Cuantos más temas profesionales queramos desarrollar menor será el impacto producido en el éxito que queramos alcanzar. La máxima aportación de este factor se produce cuando nos centramos únicamente en un tema profesional. Focalización.
- A : La actitud tiene un efecto multiplicativo. Es decir, podemos tener todo lo demás pero sin actitud positiva nuestros resultados serán nulos.
¿Estamos preparados?
Es una pregunta difícil de contestar, pero lo que tengo claro es que ni en las escuelas, ni en las universidades, nos enseñan realmente lo que necesitamos para conseguir alcanzar el éxito. Somos nosotros con nuestro esfuerzo y con nuestra actitud lo que realmente marca la diferencia.
Es decir, que si tuviera que simplificar al máximo mi fórmula esta quedaría reducida simplemente a ESFUERZO + ACTITUD POSITIVA.
Nada es imposible en este mundo si pones tu esfuerzo en ello y mantienes una actitud positiva.
Conclusión
Cada día soy más consciente de lo poco que sé, y de que es la actitud positiva el factor determinante en la vida por encima de cualquier otro. Así pues, mi consejo es que mantengas y cuides de tu actitud por encima de cualquier circunstancia, por negativa que esta sea.