El secreto del éxito se encuentra en la sinceridad y la honestidad. Si eres capaz de simular eso, lo tienes hecho. Groucho Marx
Si atendemos a la propia definición, la honestidad, es el valor de decir siempre la verdad, ser decente, razonable y justo. Es una cualidad humana que consiste en actuar de acuerdo como se piensa y se siente. Permite designar a las personas que se muestran, tanto en su obrar como en su manera de pensar, como justas, rectas e íntegras.

Evidentemente cualquier líder que se preciase de serlo tendría que poseer estas características. Nadie podría seguir a alguien que dijera una cosa y que actuara de forma contraria. Es por eso que las empresas han de disponer de líderes honestos, para que los equipos de trabajo les sigan y alcancen sus objetivos.
Las empresas suelen disponer de un eslogan más o menos visible en el que plasman los valores principales de la compañía. En algunos casos, llegan a escribir estos valores en las paredes de sus oficinas o en un lugar muy visible de su website corporativo . Ahora bien, sería interesante averiguar si la empresa y sus líderes son realmente auténticos, es decir, si sus acciones confirman o niegan los valores que expresa el eslogan de su empresa. ¿Se alinea la empresa con los valores y practicas que proclama? ¿Se fían de la empresa los clientes, socios y proveedores?. Y los propios empleados, ¿Se fían de la dirección de la empresa?

Por suerte, existen en la empresa momentos en los que llega “la hora de la verdad”. Es decir,  hay veces en que los líderes y las empresas tienen la oportunidad de demostrar públicamente su autenticidad. Por desgracia para ellas, estas ocasiones suelen surgir en momentos de crisis y en esos momentos es fácil olvidarse de mantener las apariencias.

Internamente, el clima laboral y las noticias internas suelen permitir identificar la situación real. Los empleados captan inmediatamente cuando los mensajes del canal oficial no son coherentes con las noticias no oficiales. También, el silencio de la dirección y la ocultación de información producen un falta de confianza de los trabajadores hacia sus líderes. Externamente, amplificado ahora con Internet, los socios, clientes y proveedores pueden ver sin problemas la reputación de marca y los principios de la empresa y de sus líderes y pueden comprobar si esos principios son puestos en práctica o por el contrario simplemente tratan de cubrir las apariencias.

Desgraciadamente para nuestros líderes capacidades como la autoconsciencia, la autocrítica y, en muchos casos, la empatía, tienen una curiosa característica en común y es que cualquier persona está convencida de poseerlas. De esta forma, en muchos casos serán incapaces de llegar a ver el problema. Así pues, para los líderes y empresas con falta de honestidad, los periodos de crisis en la mayoría de los casos revelan claramente su verdadera naturaleza y producen una perdida inevitable de su liderazgo.

La única posibilidad en estos casos, es que los propios empleados tomen el timón de la situación y sean capaces por si mismos de actuar como líderes. Líderes honestos, y que aunque no posean un cargo, vean grandeza en sus actividades.

«Ser honesto puede que no te dé muchos amigos, pero te dará los amigos adecuados.» Jonh Lennon

Categoría:
Marca Personal

¡Únete a la conversación! 2 Comentarios

  1. Absolutamente de acuerdo.

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    • Muchas gracias Alvaro,

      Viniendo de tí no podría ser de otra forma. Desde que nos conocemos me has demostrado que la honestidad, sin ninguna duda, es una de tus virtudes.

      Gracias y buen día,

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