La única forma de lanzarte al uso del Visual Thinking y obtener sus superpoderes es practicándolo todo lo que podamos.

Sin embargo, la barrera del «yo no sé dibujar» en ocasiones es muy difícil de saltar sin un entrenamiento previo que nos de la confianza para ir subiendo el listón.

Así pues, con el objetivo en mente de ir subiendo el listón, vamos a ver los tres elementos básicos del Visual Thinking y el orden en que debemos comenzar a practicarlos para conseguir elevar nuestra confianza hasta el infinito.

Los tres elementos y su orden son los siguientes:

1. El Texto. Uso del texto de una forma espacial.
2. La Iconografía. Introducción de elementos gráficos sencillos.
3. El Color. El uso del color da textura a nuestras ideas. Nos permite imprimir sensaciones y valores a nuestras representaciones.

El texto

La escritura es el modo gráfico en el que los humanos conservamos y transmitimos la información de unas generaciones a otras.

En Visual Thinking es muy importante el uso del TEXTO, pero en este caso su uso se combinará finalmente con la iconografía y el color permitiendo una transmisión de la información de una forma más impactante y efectiva.

Sin embargo, únicamente utilizando diferentes tipos tipográficos, tamaños, grosores y aprovechando el espacio del soporte que utilicemos de una forma no lineal podemos conseguir practicar el Visual Thinking poniendo el listón del «yo no sé dibujar» a un nivel muy bajo.

Así pues, atiende a estas características:

• Diferentes tipografías.
• Tamaños y grosores de la tipografía.
• Ubicación espacial de los diferentes bloques de texto.

Veamos un ejemplo utilizando tan sólo texto.

El siguiente paso es la introducción de elementos gráficos sencillos, iconografía.

Iconos – Imágenes

Una vez que ya tenemos confianza en el uso de piezas de texto de forma espacial. Podemos ir introduciendo pequeños iconos, los cuales podemos encontrar en infinidad de recursos disponibles en la web.

Estos iconos se pueden dividir en tres grandes familias:

• Pictogramas. Se trata de piezas que representan de forma simplificada objetos, personas, y elementos de nuestro entorno.
• Ideogramas. Se trata de piezas que representan ideas y conceptos que no tienen una representación visual real, pero que podemos llegar a representar visualmente mediante una metáfora visual de su significado.
• Conectores. Se trata de elementos que nos ayudan a dar organización y orden a nuestras ideas, se trata de flechas, conectores, y diferentes globos de comunicación.

Veamos el mismo ejemplo anterior añadiendo iconografía.

Podemos ver que ahora nuestra pieza de Visual Thinking ha adquirido un atractivo especial, que nos permite recordar de forma más eficiente todos los conceptos que queremos representar.

Vamos ahora con el siguiente paso en el cual introducimos el color.

El color

El color añade a nuestras representaciones de Visual Thinking valores y sensaciones que nos vienen heredados por nuestra cultura. Por esta misma razón hemos de tener cuidado al utilizar el color, ya que una misma imagen representada en un color diferente tendrá también un significado diferente.

Por ejemplo, una bombilla en color amarillo puede representar claramente el concepto de IDEA, pero esa misma bombilla en color rojo representaría claramente una ALERTA.

El uso del color también se puede utilizar simplemente para dar orden y estructura, y usar un color diferente para cada tipo de elemento dentro de nuestra representación. Por ejemplo:

• Negro. Para los textos e ideas principales.
• Gris. Para elementos conectores.
• Azul. Para iconografía.

En cualquier caso, hemos de reducir la gama de colores utilizados en nuestras piezas de Visual Thinking, salvo que nuestro objetivo sea dar un aspecto artístico al mismo, en cuyo caso podríamos ampliarla.

Veamos nuevamente el mismo ejemplo utilizando el color.

Conclusión

El uso de Visual Thinking requiere de práctica, si la barrera del «yo no sé dibujar» es demasiado alta es necesario comenzar utilizando únicamente texto, para ir añadiendo posteriormente la iconografía y finalmente el color.

Recuerda que práctica, práctica, y más práctica es el camino hacia la excelencia.

¡Retémonos juntos!

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